La terapia más saludable: DÉJATE EMOCIONAR

LA TERAPIA MÁS SALUDABLE:
déjate EMOCIONAR

Si no pasásemos tan de puntillas por la vida nos daríamos cuenta de todo lo importante y maravilloso que nos estamos perdiendo por no darnos permiso, a nosotros mismos, para poder emocionarnos abiertamente.
Reconocer lo que sentimos y el porqué lo sentimos, no nos hace débiles o vulnerables, nos hace humanos y conscientes de nosotros y de nuestro alrededor, nos hace sentir la vida en todo su esplendor.

Mucha patologías somáticas y no somáticas son perfectamente mitigadas con un verdadero abrazo, con sentirnos queridos y con poder querer, y parece que nos hemos perdido en este mundo de caos, de prisas, de gritos y de ruidos que no nos dicen nada, simplemente nos embotan los sentidos y nos hacen que no disfrutemos del momento que tenemos delante nuestra.

Alguien dijo que el mañana es el ahora y el futuro comienza aquí, pues aprendamos a sentirnos vivos, a abrazarnos a nosotros mismos lo primero y después a abrazar a los demás, a no sentir vergüenza porque algo nos hace estar tristes o alegres, reconocerlo y expresarlo, ni os imagináis lo bien que nos haríamos a nosotros mismos y por extensión, a los demás, si nos damos cuenta de nuestras emociones y las expresamos.

Reconocer y sentir en cada momento que quiero reir o llorar, que estoy triste por algo o estoy cansado, o simplemente saber disfrutar del silencio del otro cuando no desea decir nada, esos momentos nos hacen bien, nos liberan de nuestros problemas (por un momento), nos ayudan a reconocernos y a afrontar la vida de una forma distinta.

Sin duda, todos deberíamos de darnos permiso para expresar, sentir y vivir nuestro mundo, tal y como lo sentimos, sin molestar al otro, pero haciéndolo partícipe de mis sentimientos.

Seguro que logramos que cada día, al levantarnos, sea un día distinto al que habíamos imaginado.

Carpe Diem.
Pilar Rosado